Descripción
¿Cómo actúa el colágeno en nuestro cuerpo?
Cuando intentamos mejorar la condición del colágeno en nuestra piel mediante una dieta apropiada o untándola con cremas compuestas de sustancias activadoras y vitaminas en cualquier portador, o tratándola con Colágeno, lo que hacemos es, ¡precisamente!, intentar aumentar la cantidad de colágeno en la matriz extracelular.
Es en ésta donde se forma una red de proteínas cuya densidad determina la elasticidad, la firmeza y el grado de envejecimiento (arrugamiento) de la piel.
Es hacia el espacio extracelular de esa ‘fabrica’ de colágeno que constituyen los condrocitos, los queratinocitos y los fibroblastos hacia donde las cadenas polipeptídicas liberan los aminoácidos. Es allí donde, con la ayuda de un activador como el ácido ascórbico (vitamina C), las secuencias de aminoácidos se tuercen formando hélices. Y ya sabemos que esto lo hacen con mucha más diligencia cuando la matriz extracelular está alimentada por una verdadera lluvia de péptidos que son absorbidos desde la espiral de colágeno o mientras se va desintegrando en su recorrido a través de las capas más impermeables de la epidermis.
Es así como podríamos explicar, de madera sencilla, el proceso de absorción transdermal del Colágeno con otros nutrientes como Vitamina C y ácido Hialurónico.
La capacidad de absorción transdermal (o también, transdermalidad) de estos péptidos (aminoácidos) no ha sido cuestionada por nadie. Sin embargo, no sabemos con mucha exactitud por qué la estimulación del tejido con aminoácidos de hidratos de colágeno activa las funciones de los fibroblastos y los queratinocitos.
El Colágeno no penetra pues la piel, y no tiene por qué hacerlo.
Para lograr estimular al organismo a reconstruir su propio colágeno es suficiente conque las cadenas de péptidos de hidroxilizina o hidroxiprolina, que resultan de la espiral de colágeno al desgarrarse tras su intento de abrirse paso a través de la epidermis, enriquezcan el espacio extracelular de la capa que une a la epidermis con la dermis.
En todo este proceso realmente no es mucho lo que tiene lugar dentro de la célula más allá de la primera fase de formación de los péptidos que, de todos modos, resultan luego ‘empujados’ fuera de ésta. Es precisamente en el espacio extracelular donde el procolágeno que surge en los fibroblastos se sintetiza finalmente para formar las hélices y, por lo tanto, NO TIENE que llegar hasta el núcleo de las células.
Lo que hace es enriquecer de aminoácidos la matriz extracelular de todas las capas de la piel y esto a su vez provoca un aumento, que todavía no ha sido descrito clínicamente, de la activación de los fibroblastos y, de esta manera, estimula la producción adicional de colágeno por parte del propio organismo.
El Colágeno es no-tóxico y no tiene efectos secundarios conocidos, al contrario que los inmunosupresores químicos y anti-inflamatorios no esteroideos. Por ello, el Colágeno puede mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren dolores osteoarticulares y otros.